lunes, 4 de abril de 2011

1911 - 2011. Gabriel Celaya.

El 18 de marzo de 1911 nacía Gabriel Celaya.  Eso significa que conmemoramos el centenario de uno de los mejores poetas que han dado las letras españolas.

Hace unos días un amigo me recordaba la fecha del nacimiento de este poeta.  Y este fin de semana, Manuel Rico en el suplemento Babelia de El País, escribía un artículo haciendo referencia a los cien años de la persona que hoy nos ocupa y que titulaba "Gabriel Celaya, la poesía social y Facebook".  Respecto a esto último supe que al poco de ser creada una página de Gabriel Celaya en Facebook superó con creces el millar de seguidores.  Increíble.

Tras la Guerra Civil un grupo de poetas a los que Dámaso Alonso agrupó en un movimiento al que él mismo denominó "poesía desarraigada" del que decía: "el mundo nos es un caos y una angustia, y la poesía una frenética búsqueda de ordenación y de ancla", producía una poesía arrebatada, de agrio tono trágico, una poesía desazonada que se enfrenta a un mundo deshecho y caótico, invadido por el sufrimiento y por la angustia.  Y en esta línea nos encontraremos los primeros libros de Gabriel Celaya.

Pero hacia 1955 aparecen dos libros fundamentales, Pido la paz y la palabra de Blas de Otero y Cantos iberos de Gabriel Celaya, inaugurando así la llamada "poesía social", situando los problemas humanos en un marco social.

Su deseo es que la poesía transforme el mundo.  Y en este sentido crean una poesía como acto de solidaridad con los que sufren, en un tono coloquial, dirigido "a la mayoría", con la voluntad clara de llegar al pueblo, poniendo de relieve los problemas de este país en un lenguaje llano, en la lengua de todos los días, con un acierto impagable y del que beberán poetas posteriores hasta la actualidad.

Claro que si hoy la poesía es minoritaria, ¿qué pensar de una época en la que apenas se podía comprar una barra de pan y una sardina de cubo?  Independientemente de que en esa época la tirada de un libro de poesía rara vez alcanzara los mil ejemplares, ¿estaba este pueblo en condiciones de comprar, incluso más, de leer poesía?  Pienso en mi familia, en mis abuelos y en sus padres, en lo que me han contado, en lo que vivieron.  Realmente no eran relatos de poesía.

Pero hay que tener paciencia, ya nos lo decía Machado: "todo el que aguarda sabe que la victoria es suya".  Su altavoz han sido algunos cantantes como Paco Ibáñez, Labordeta, Serrat, Raimon... que nos trajeron sus letras atemporales para picarnos en lo más profundo de la curiosidad en un momento de la vida en que lo sublime era siempre lo deseado.  Y al nombrar a estos cantantes mi recuerdo viaja a Luisa, siempre me recuerda a los cantautores, nunca olvidaré el relato de su 20-N cuando era universitaria y la noche joven acabó en unas migas en un piso madrileño, ese día de la no visita de Almudena Grandes que sirvió para que escucháramos a alguien mucho más importante, qué duda cabe, querida Luisa.  Me encanta tu nombre, es el de la persona que yo más he querido en el mundo.
Y su altavoz somos también los profesores de literatura que leemos sus versos en clase para que el mensaje que tan elocuentemente escribió nuestro poeta siga vivo y la memoria clara.

Volviendo a Gabriel Celaya, pido disculpas por esta clase de literatura.  Muchas frases están sacadas de mis apuntes de bachillerato o de un libro de texto.  No encontraba otras mejores. 

El interés final es el que señalaba al principio.  Conmemorar el centenario de alguien que no puede ser olvidado, un poeta grande y una persona enorme.  Es verdad que escribió poemas como "La poesía es un arma cargada de futuro" y que fue uno de los más destacados poetas sociales, pero.... ¿qué me decís de este poema?

Apasionadamente.

¡Y tanto, y tanto te amo
que mis palabras mueren
en un rumor de besos sin descanso!

¡Y tanto todavía que mis manos
no te hallan al tocarte!

¡Tanto y tan sin descanso,
que fluyo, y fluyo, y fluyo,
y es solamente llanto!.


No solo de Facebook vive el hombre.  Este es mi pequeño, y no último,  homenaje a uno de mis poetas favoritos, a uno de los poetas más importantes que no podemos olvidar a pesar de que parece que su centenario no está siendo muy reconocido.  Este es nuestro granito de arena. 

Si tenéis que regalar un libro en este mes de los libros, esta es una sugerencia muy apetecible.  Hacedlo junto con una buena botella de vino y leed(le)  los poemas en alto.  Os embriagarán ambas cosas.  Y quizás sea un momento genial.

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