miércoles, 4 de mayo de 2011

Los enamoramientos

En este tiempo de silencio han pasado grandes cosas. A saber:

Mi amigo Junifrén se ha hecho vocalista de un grupo de rock; mi amiga Cristina ha abandonado sus catorce años de eterna Sabina y se ha ido directita al Infierno sin pasar por la casilla del castigo; mi amiga Marga ha terminado su curso de bachillerato con una pregunta de examen sobre la II República; el Barça es finalista de la Champions; María Jesús me ha escrito por fin para invitarme a comer y charlar; mis alumnos han conocido y leído a Blas de Otero y Gil de Biedma; Paula ya tiene su diente completo y perfecto; se ha despedido de nosotros Ernesto Sábato, para algunos siempre es demasiado pronto; han desaparecido los poemas de colores de las paredes de los dos institutos; ha muerto Bin Laden?, mi hermano José Manuel se ha comprado una casa con su novia habanera;  mi amiga Elena ha clausurado su armario de invierno;  a mi Pater Amabilísimo le gustó mucho mi entrada de Todo es silencio; a mí me encantó el comentario de Alonso; Yolanda ha publicado un microrrelato en un concurso de la FNAC; mi amiga Estrella ha vuelto a creer en la primavera; Violeta come fruta; mi amigo Carlos es negado por el sol del café cada mañana; y Amparo tuvo que ceder todos sus bienes a su santo esposo en una eterna partida de Monopoly.

Y mientras tanto yo enfrascada en Los enamoramientos.  A veces la vida es eso que pasa mientras yo leo.  Porque cuando una lectura me atrapa de esta manera no hace falta que esté en el ejercicio de la lectura sino que en los otros momentos sigo en ella como sigo atrapada durante muchas horas de la mañana en un sueño hermoso de una noche amable.  Y estoy pero no soy.

Os diré que compré esta novela para la biblioteca y por la tarde se la regalé a mi amigo Julián, ya que era su cumpleaños.  Así que como literalmente había regalado un libro robado, tuve que comprar otro que es el que ahora tiene Mati.  Qué envidia me das Mati, todavía por leer....  Sé que te encanta Javier Marías, eres una de las pocas elegidas que termino la novela Tu rostro mañana, sus tres partes enormes, en todos los sentidos.

Y también os diré que no voy a contar nada de la novela.  Absolutamente nada.  Estoy aquí sólo para recomendarla.  Para que se lea.  Para que sea leída.  Y degustada.  Y saboreada.  Y releída.  Y sonreída.  Y volcada.

En ella encontraréis nombres conocidos en las novelas de Marías, otra vez Luisa (no la misma, pero sí el nombre, este nombre que a mí me encanta, tan especial para mí, querida abuela), otra vez Ruibérriz de Torres, de Mañana en la batalla piensa en mí que tanto le gustó recientemente a Ana Rosell, nombres que busca en su familia, en sus segundos y terceros y cuartos apellidos para que no le parezcan tan literarios.

Encontraréis una trama, claro.  Desde la primera página.  Y encontraréis, sobre todo,  una manera muy especial de contar. De narrar.  De transmitir no sólo una historia sino también reflexiones estupendas sobre los temas universales, la muerte, el amor, el enamoramiento, la impostura, la impunidad, la amistad, la traición.  Y todo ello con un lenguaje que te atrapa y te emociona y te hace parar y reflexionar por ti mismo, que te conduce y te alienta, que te deja helado y que te sonroja por lo cercano.



No hagáis como yo que cada vez que tengo Los enamoramientos los regalo o los presto o los dejo escapar.  Agarradlos bien. Agarrad esta novela y ya me contaréis.....

2 comentarios:

  1. Se me escapó el día del libro y tampoco llegó el día de la madre (por falta de tiempo, claro), así que gracias a ese robado-prestado porque estaba deseando lanzarme a Los enamoramientos.
    Tampoco comentaré nada hasta recibir la orden, pero desde luego es Javier Marías en estado puro.
    ¡Ah! No sólo terminé Tu rostro mañana sino que lo disfruté enormemente, tanto, que hasta me atrevo a recomendarlo.

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  2. Sonia, maña, preciosa entrada. Imposible resistirme a Los enamoramientos y al 21 de mayo... Por el momento, te dejo en duda lo de la pareja.

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