martes, 5 de junio de 2012

Por eso y por más cosas...

Dice Dani, que para ser de Tecnología dice cosas muy bonitas, que el viernes estuvo en el cielo de Madrid. Y eso pasa porque pertenece de manera virtual (de momento) a este Club de Lectura que nos da tantos momentos de calidad en palabras de mi amiga Marga.
Hoy hemos terminado otro curso, aunque nos queda la comida de despedida, que es siempre un momento muy bonito.

Y este curso, qué os voy a contar, ha estado lleno de sobresaltos desde el principio.  En septiembre yo estaba muy asustada, asombrada, no daba crédito.  Y ahora ya estoy realmente indignada.  En este proceso he abierto los ojos y en mi candidez he comprobado cómo poco a poco la enseñanza pública, nuestra niña mimada, la que nos hace iguales y nos da una oportunidad, ha sido vilipendiada, denostada, arañada, maltratada y tocada en sus cimientos más profundos.  Y aún nos dicen que es el principio.  Que habrá más. Que esto no ha hecho más que empezar.  Y junto a la tristeza están las ganas de plantarse y de decir que no.  Es difícil, pero no por eso mermarán nuestras fuerzas. 

Y mientras transcurrían estos tiempos aciagos hemos seguido leyendo. Hoy Yerma y Bodas de sangre nos han hablado de historias trágicas que te llegan a lo más hondo.  Del amor fracasado, de la maternidad fracasada, del fracaso del ser humano, de unas ansias vitales siempre condenadas en Lorca al fracaso, a la insatisfacción.  Y si no ha sido una reunión dura es porque había cumpleaños y pastel y flores y sonrisas.  Y mucho cariño que se siente como un hilo fino que nos une más allá de las páginas que comentamos.
Y hemos seguido conociendo gente nueva.  Sin lugar a dudas, el mejor regalo del Club de Lectura.   Gracias a todos los que os habéis incorporado este año.  Habéis hecho crecer nuestro Club de Lectura, renovarlo y hacerlo tan grande y tan hermoso...

Mientras llegaban las tragedias de Lorca yo iba leyendo La luz del Guernica, un estupendo libro de Baltasar Magro, por cierto próximo premio Juanelo Turriano el próximo 25 de junio.  Ve buscando esta novela porque la leeremos el próximo curso en el Club.  En ella se relata el proceso de creación de esta pintura inmensa en todos los sentidos.  Picasso recibe el reto de pintar a petición de la República Española un mural para la Exposición Universal de París y el resto (con una mirada muy amable hacia el pintor) lo encontraréis en unas páginas que no puedes dejar de leer.  París, 1937.

Como prometí, leí Diario de invierno, la última novela de Paul Auster.  Genial. 
Y aquí debería acabar con el comentario, pero ya sabéis que soy de enrollarme un poco.  En estas páginas Auster recupera esa prosa sencilla y adictiva (al menos para mí) y con un desdoblamiento que ya ha frecuentado en otras novelas, a través de un "tú", nos cuenta un retazo de una vida a través de sus mudanzas y de su paso por unos días que me han hecho sonreír, llorar, reír a carcajadas, enternecerme, sentir empatía, verme ahí, sí, tal cual, madre mía, a mí también...  En fin, lo siento Ángel Torres, pero sí.  Brindé con un cosmopólitan en unas copas chulísimas que me regaló Mati para estos pequeños homenajes.

No quiero que dejéis pasar un libro que nos trae Elena y Luis Torrecilla: Contra el viento del norte de Daniel Glattauer.  Un diálogo amoroso que no os dejará indiferentes.  También para el próximo curso.

Y sí.  Claro.  Luisa me pilló enfrascada en Aire de Dylan, la última novela de Vila-Matas.  Yo me lo estoy pasando muy bien, pero si te gustan las novelas con un argumento que va más allá de "Cuando anochece, siempre necesitamos a alguien", esta no es tu novela, porque apenas pasa nada más; aunque pasan tantas cosas....  Luisa, eres para nosotros muy especial y para mí, sencillamente, imprescindible.  Te quiero.

Nosotros, que nos gusta leer y que hemos crecido con la lectura compartida en un proyecto que ha alcanzado con creces todas las expectativas que habíamos puesto en él, sabemos de la magia de la lectura
Hay muchas maneras de leer y una de ellas es recordar lo que hemos leído.  Por eso, Marina, no te entristezcas cuando tu padre ya no puede leer en esa casa llena de libros.  Porque él ha leído y ha disfrutado de ese placer reservado para quien sabe qué es tocar el cielo alguna vez mientras estamos por aquí.  Y te tiene a ti para recordar. Solo tu presencia vuelve todo poesía.

Por eso me enternece mi padre en su vuelta sin pausa a la lectura cuando me comenta en primicia  y con toda la pasión de la novedad,  los libros que yo ya me he leído.  

Por eso un beso de Raquel y su sonrisa por ese libro firmado por su poeta favorito y su lectura en una peluquería de música horrible y sillones con pelos cortados de otros seres humanos, arrastra toda la generosidad que a veces anda escondida con las prisas y los desmanes de la vida. 

Por la insaciabilidad de Paula con los mundos mágicos y por la continua y diaria y repetitiva lectura de Ven a buscarme, cuento de Javier Marías, que lee Violeta cada noche de cada día sin excepción (Elena, nunca sabrás cómo le gusta este cuento a tu ahijada, esta niña apunta maneras...)

Por esto y por vosotros, por cada uno de vosotros, merece la pena cada una de las líneas y de los versos que yo leo.

Un beso enorme, de los de verdad, y para acabar con mi retahíla...

¡Felices lecturas!


La tierra estaba seca.
No había ríos ni fuentes.
Y brotó de tus ojos
el agua, toda el agua.

Luis Alberto de Cuenca.


2 comentarios:

  1. La ciudadanía en general no sabe los profesionales de la enseñanza que tenemos.Los MAESTR@S que yo he conocido en el Juanelo Turriano.Los que viven,sufren y luchan la enseñanza pública en este pais.
    Algo tengo que hacer.

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  2. Todos tenemos que hacer algo. Yo de momento, agradecerte tu presencia en el Club, tus acertados comentarios y tu generosidad. Estoy deseando ya que empiece el próximo curso solo para volver a vernos. Un beso Tomás, y feliz verano!

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