martes, 8 de marzo de 2011

No debamos ningún beso.

Hoy es el Día Internacional de la Mujer.  Es un gran día, por lo que queda por hacer. Tantas mujeres que viven recluidas dentro de una religión de hombres, dentro de una casa de hombre, dentro de un país de hombres, dentro de unas leyes de hombres, dentro de un burka diseñado por hombres.  Mi pensamiento hoy es para ellas, nosotras somos un poco más libres que hace unos años y merecen nuestra fuerza, nuestro recorrido y nuestra lucha no tan silenciosa como parece.

La lucha es importante.  Y a ser posible, sin violencia, por favor.  Estos días tengo en casa a mis padres. Son unos días muy especiales.  Y relacionado con lo que digo tengo un libro que anda por mi casa estos días.  Hoy es el Día Internacional de la Mujer, pero voy a hablar de mi padre.

Ocurre que mi padre es también de los nuestros. Es decir, es un lector.  Y ayer me dijo una frase a la que temo especialmente, "¿qué libro me prestas para leer?"  Había terminado lo que trajo y saca muchas horas al día para su afición favorita (después del fútbol, claro) que es sentarse debajo de una ventana con luz y leer.
Un poco nerviosa (es dificilísimo prestar o regalar lectura) eché un vistazo a mis libros.  "¿Qué le puedo prestar de lo que yo tengo?"  Y ahí estaba.  Siempre hay un libro, eso seguro.

John Carlin.  El factor humano.  Seix Barral.

No le dije nada, sólo, "creo que te va a gustar".  Lo agarró y se fue al parque con Paula, ella quería patinar y él sentarse en un banco a leer.  Le di una hora para él.  Luego bajé con el resto de las mujeres que estos días me acompañan.  Y ahí estaba, enfrascado en una lectura amable, en un libro muy bien editado y en unas páginas duras que son necesarias leer.  Ahora mismo lo tengo aquí detrás, debajo de la ventana del salón, ya lleva más de medio libro y me comenta de vez en cuando cosas sobre el racismo, sobre Mandela y sus años de prisión, sobre un partido de rugby, sobre presidentes de distintos países del mundo, sobre cómo es posible que el ser humano haga estas cosas.  Y Paula dice, "mamá, el yayo se ha enganchado al libro".

Hoy, en el día internacional de la mujer, recuerdo a Nelson Mandela y su labor por la injusticia.  Da igual si la persona que está sometida es un negro, un gitano, una mujer, un niño, una vecina que teme a su esposo o una persona a la que se le recortan derechos, civiles por ejemplo. Tenemos que juntar nuestras voces y decirlo.  Decirlo allá donde vayamos.  Siempre que tengamos oportunidad.  Hablar y denunciar. 

Un beso a todas las mujeres.  Un beso a todos los hombres que creen que somos diferentes pero no más pequeñas.  Un beso a todas las personas que luchan de alguna manera por la injusticia.  Un beso a Nelson Mandela.  Y un beso a mi padre, que no hace más que contarme lo que lee, un beso a mi padre que me enseñó con el mismo ahínco lo que era un fuera de juego que el placer de disfrutar de un buen libro. 

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