Sobre la falda tenía
el libro abierto,
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros,
no veíamos las letras
ninguno, creo,
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
…………………….
……………………..
Creación de Dante era el libro,
era su Infierno.
Cuando a él bajamos los ojos,
yo dije trémulo:
¿Comprendes ya que un poema
cabe en un verso?
Y ella respondió encendida:
-¡Ya lo comprendo!
Gustavo Adolfo Bécquer.
Hoy, con este poema sobran mis palabras. No las vuestras.
Un beso a mi Cristina y mucha suerte con su nuevo bar, Infierno's. Voy enseguida, I promise. Te llevaré a Dante, brindaré en el Infierno y me dejaré llevar "donde habita el olvido".
Hoy os traigo a Bécquer, no lo olvidéis, está siempre en todo lo que leemos. A mí me ha traído este regalo Marga, en el momento preciso.
Los amigos y Bécquer nunca fallan.
Esta vez, si me doy prisa, puedo ser el primero.
ResponderEliminarY es que se me han juntado unas serendipias (término que algunos españoles utilizan por el término inglés serendipity, mucho más bonito porque no me suena, como el otro, a sepia, y no preguntéis por qué).
De tu Infierno a Los Angeles, pasando por los Ángeles del Infierno. Me explico: el Infierno's de Cristina me ha llevado a pensar en el grupo Los Ángeles del Infierno y a preguntarme si el bar tiene que ver con el antiguo local heavy que se llamba Infierno. Por otra parte, he visto que este blog funciona con un horario peculiar que, por casualidad (serendipity?) coincide con el de Los Ángeles (ocho horas menos).
Para caos, éste.
¡Ay Sonia!te has empeñado en que mire a Becquer y lo vea.Un beso
ResponderEliminarEn mi Infierno habrá entre las mejores botellas un hueco de honor para Dante, como no podía ser menos.Ven pronto,un infierno muy acogedor te espera en Zaragoza, te echo de menos ...
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